El bar Moka, proyectado en los años 50, poseía unos elementos muy característicos de la decoración de la época. Un falso techo de sinuosas formas, un mural bajorrelieve, pilares forrados de gresite…A la hora de abordar una posible actuación de reforma, consideramos fundamental el valorar y realzar los elementos de interés y anular o sustituir los elementos que consideramos distorsionantes.
La propuesta planteada propone dos estratos de actuación. Una actuación drástica y otra sutil. La drástica encaminada a caracterizar y renovar el local de una manera evidente, que consiste en colocar un gran sofá corrido color turquesa frente a la barra y sobre él un gran espejo que amplifica el espacio. En el otro estrato, el sutil, están las pequeñas actuaciones de re ubicación, restauración, pintado, pulido o patinado de múltiples elementos ya existentes que en coherencia con la atmósfera y la gama de colores elegidos ensalzan la idea de actualizar y renovar el clásico.
Año 2013
Categoría Hostelería
Publicado en «Proyecto Contract»
Premio